Sarita Colonia
Sarita Colonia es adorada por multitudes de barrios populosos de Lima y Callao, a pesar de no ser beatificada por la Iglesia católica es considerada santa, la población de ese entonces le atribuye milagros después de fallecer.

El 1 de marzo de 1914 en la provincia de Huaraz, nace Sara Colonia. Tras su muerte en el Callao, el 20 de diciembre en 1940, se le atribuye una serie de milagros, aún a pesar que la Iglesia católica no la reconoce como beata.
De adolescente se trasladó con sus padres a Lima. Tras la muerte de su madre se encarga del cuidado de sus hermanos y trabajaba cuidando niños en el Callao.
La tradición cuenta que Sarita Colonia realizó varios milagros estando viva. Testimonios dan cuenta que en su ciudad natal, apenas siendo una niña, vaticinó la muerte de un comisario diciéndole: “Usted ya no está detrás de usted. No hay nadie detrás de sus ojos. Resulta que ya no lo veo, señor comisario”. A los siete meses en el mismo lugar que Sarita Colonia le comentó lo mencionado, este murió.
Sara Colonia Zambrano fallece en el Hospital de Bellavista por paludismo crónico, aunque su familia aseguró que la causa de su muerte fue una sobredosis de aceite de ricino. Sara fue enterrada en una fosa común.
Los antiguos devotos de Sarita se apropiaron el pampón donde ella fue enterrada, que era justamente la zona externa al cementerio Baquijano, oponiéndose a las autoridades de ese entonces para la ampliación del mismo. Muy en contra de la reprobación de la Iglesia católica a su imagen, se inicio el culto a Sarita Colonia. Los devotos construyeron una capilla en honor a ella, el terreno fue comprado a la Beneficencia Pública, haciendo de este un mausoleo.
Algunos años después de la muerte de Sarita, sus familiares y vecinos comenzaron a orarle pidiendo ayuda, asistentes del cementerio comenzaron a pedir su intercesión también. Los primeros en venerar a Sarita Colonia, según se cuenta, fueron los estibadores del Callao, más adelante la devoción se extendió entre la gente humilde e incluso entre la población marginal como prostitutas y delincuentes. Sarita Colonia es hoy, un ícono de la cultura popular peruana.