El Hombre de Lauricocha
Hombre de Lauricocha es llamado por haberse encontrado restos humanos del periodo lítico en el caserío Lauricocha ubicada en el nacimiento del Rio Marañón, donde se ubican numerosas cuevas exploradas por el ingeniero Agrónomo, investigador y arqueólogo Augusto Cardich.

Este sitio arqueológico se encuentra en las cabeceras de los ríos Marañón y Amazonas, en el distrito de San Miguel de Cauri, provincia de Lauricocha, Región Huánuco, cerca de la laguna Lauricocha. Las cuevas donde vivían estos grupos humanos se encuentran entre los 3900 y 4300 metros sobre el nivel del mar.
Fue aquí donde se descubrieron los primeros restos óseos encontrados en el territorio peruano, con una antigüedad de 10,000 años a.C. El descubrimiento, realizado en 1958 por el ingeniero Augusto Cardich, se llevó a cabo a más de 4,050 metros sobre el nivel del mar.
En las cuevas de Lauricocha se encontraron once esqueletos humanos, cuatro adultos y siete niños, con características físicas distintivas como cráneos alargados, caras anchas, una estatura media de 1,62 metros, piernas cortas y musculosas, y dientes en forma de palas. Estos restos se conocen como el "Hombre de Lauricocha" y son los más antiguos de los Andes americanos, datando de 10,000 años a.C.
Además de los restos humanos, se encontraron herramientas como raspadores y lascas, huesos fosilizados de animales como camélidos y cérvidos, raíces y tubérculos, proyectiles, así como figuras de animales y representaciones de danzas.
Los Hombres de Lauricocha eran cazadores de camélidos y se alimentaban de carne de llama y taruca. También fueron los primeros en rendir culto a sus muertos, llevando a cabo ritos funerarios en el lugar.