Accesorios y bicicletas Shinola, estandarte del 'Made in America'
Desde fuera parece un edificio austero y banal, pero en este antiguo local de General Motors en pleno Detroit, cuna de la industria estadounidense, Shinola fabrica unos relojes y bicicletas de alta gama que han propulsado el estandarte del 'Made in America'(Hecho en América), respaldado por Donald Trump.
Desde fuera parece un edificio austero y banal, pero en este antiguo local de General Motors en pleno Detroit, cuna de la industria estadounidense, Shinola fabrica unos relojes y bicicletas de alta gama que han propulsado el estandarte del 'Made in America'(Hecho en América), respaldado por Donald Trump.
En esos locales, compartidos con una escuela de diseño, el quinto piso ha sido transformado en un espacio de producción a cielo abierto, que alberga oficinas de madera que recuerdan a los decorados de cine de los años 50, y unos talleres de montaje equipados con máquinas ultramodernas.
Los relojes, bolsos, agendas y otros accesorios confeccionados bajo la etiqueta 'Hecho en Detroit', se fabrican allí, mientras que las bicicletas, cuyas piezas son creadas en el estado vecino de Wisconsin, y los tocadiscos, nuevo producto de la compañía, son ensamblados en la tienda central situada a algunos metros de distancia.
Decenas de trabajadores trabajan en estos locales, la mayoría de ellos negros, que constituyen el grueso de los habitantes de esta ciudad obrera, que se vio empujada a la bancarrota en 2013 bajo el peso de una deuda colosal.
Detroit sufrió considerablemente por la caída de la industria manufacturera nacional y por las dificultades de los gigantes del automóvil, en especial General Motors, Ford y Fiat Chrysler, y la tasa de desempleo el pasado mes de noviembre alcanzó el 10,4%, frente al 4,6% a nivel nacional, según datos oficiales.
- Historias exitosas -
A partir de esas luchas locales, Shinola elaboró un concepto de marketing que marca la diferencia entre las tiendas más selectas del globo, desde Saks en Nueva York hasta Colette en París.
"Detroit es conocida como la puerta de la industria estadounidense", dijo a la AFP el presidente de la compañía, Tom Lewand. "Cuando la gente escucha la historia de Shinola, que ha creado nuevos empleos para fabricar esos relojes, esas bicicletas y esos bolsos, lo aprecian", explica este abogado y antiguo presidente del equipo de fútbol americano local Detroit Lions, que fue propulsado a la cabeza del grupo en junio.
El expresidente Bill Clinton, que tiene una docena de relojes Shinola, de precios de entre 500 y 1.500 dólares, está de acuerdo: "Necesitamos muchas historias estadounidenses exitosas como la de Shinola en Detroit", expresó en octubre de 2014.
Shinola fue lanzada en 2011 por el millonario texano de origen griego Tom Kartsotis, cofundador de la marca de relojes populares Fossil.
Retomando el nombre de un antiguo fabricante de calzado polaco de los años 60, si bien Shinola no vende zapatos al día de hoy, la compañía comercializó su primer reloj en 2013, el Runwell.
Hoy la planta tiene 600 trabajadores, tras comenzar su andadura con nueve, 18 tiendas, dos de ellas fuera de EEUU (Londres y Toronto), y registra una cifra de negocios de 100 millones de dólares.
- ¿Hecho en Suiza? -
El grupo, que aún no registra beneficios pero no excluye entrar en Bolsa, sufrió un gran revés el año pasado cuando la autoridad de la competencia estadounidense (FTC) le pidió que dejara de indicar que fabricaba en EEUU debido a que importaba la mayoría de las piezas de sus relojes.
En efecto, el especialista suizo del movimiento de cuarzo, Ronda AG, accionista de la empresa, proporciona el 70% de las piezas móviles del reloj, mientras que el cristal, la esfera y las agujas proceden de Asia.
Para los trabajadores, gran parte de los cuales proceden del sector del automóvil, esto no es más que una riña pueblerina.
Shinola "ha revitalizado Detroit, ha creado puestos de trabajo y nos da algo positivo en lo que pensar de cara al futuro", destacó Damon Love, que fue contratado sin formación para trabajar en el departamento de cuero tres años después de haber sido despedido de una fábrica de automóviles local.
"Podemos hacer las mismas cosas que los suizos, incluso mejor", considera por su parte Koko Mary, decidida a permanecer en su puesto en la fábrica de montaje de los relojes. Esta exempleada de una empresa de radios para Cadillac dice beneficiarse de una cobertura de salud y de un plan de pensiones que constituyen ventajas que no tenía en su empleo anterior.
El salario por hora de estos trabajadores, además, está por encima de los 15 dólares, afirma Tom Lewand, frente a los 8,90 dólares que se pagan en el resto del estado de Michigan.
La empresa tiene previsto comercializar en el otoño boreal sus primeros auriculares para rivalizar con Beats, y apuntará en breve al lucrativo mercado de las gafas'.
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