El caudaloso Misisipi, la autopista fluvial de EEUU, está peligrosamente bajo
En el medio de un Misisipi que se achica, una barcaza arrastra un gigantesco cabezal de succión de bordes metálicos por el lecho del principal rÃo de Estados Unidos para retirar sedimentos de las vÃas de navegación.
En el medio de un Misisipi que se achica, una barcaza arrastra un gigantesco cabezal de succión de bordes metálicos por el lecho del principal rÃo de Estados Unidos para retirar sedimentos de las vÃas de navegación.
La tripulación de la draga Hurley lleva meses trabajando las 24 horas del dÃa para profundizar los canales de modo que puedan pasar barcos y barcazas.
"Hemos trabajado casi sin parar desde el otoño pasado, en todas partes desde Nueva Orleans hasta St. Louis" en Misuri, dijo el capitán del barco, Adrian Pirani.
Por segundo año consecutivo, los niveles del agua en el rÃo más caudaloso de Norteamérica han caÃdo a mÃnimos históricos en medio de una larga sequÃa.
El Misisipi es apenas una sombra de lo que era, irreconocible por los habitantes de la zona, que aseguran que nunca lo habÃan visto asÃ.
Las plantas se han apoderado de las orillas recién expuestas. El agua salada llega desde el Golfo de México. Y los agricultores que dependen del rÃo para transportar sus productos han visto con frustración cómo se ha paralizado el tráfico.
Las autoridades hacen lo que pueden para garantizar que el rÃo siga siendo navegable, y ahà es donde entra en juego la Hurley, operada por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos.
La draga está excavando por tercera vez en el mismo lugar, cerca de Memphis, Tennessee. La draga raspa y aspira el lodo del fondo del rÃo y lo arroja a la orilla.
Pirani dice que trabaja muchas horas "para que el comercio no se detenga".
"Vengo de una familia de campesinos de aquÃ, al otro lado del rÃo. Asà que es algo personal para mà (...) Haré todo lo que pueda para que el rÃo siga funcionando", contó a la AFP.
- "No es normal" -
Para los agricultores del vasto Medio oeste estadounidense, el Misisipi es una parte indispensable de su red de transporte.
Pero la sequÃa ha hecho que el rÃo sea más estrecho y menos profundo, lo que limita la capacidad de transporte.
El cuello de botella es inoportuno: a principios de otoño, los agricultores trabajan a toda máquina para cosechar soja y maÃz. Con el transporte fluvial limitado, se apresuran a hacer frente a la acumulación masiva de existencias.
El temor predominante es que la crisis del agua se convierta en la nueva normalidad.
El año pasado se batió un récord que se mantenÃa desde 1988. Volvió a batirse en septiembre, y de nuevo en octubre.
La sequÃa que comenzó el año pasado en la vasta cuenca del Misisipi "se prolongó hasta este año, y ha empeorado", declaró a la AFP Anna Wolverton, especialista del Servicio Meteorológico Nacional.
"No es normal que veamos esto en años consecutivos".
El caudal del rÃo se ha debilitado tanto que, en el sur de Luisiana, el agua salada del Golfo de México ha invadido la zona y contaminado el agua potable de algunas poblaciones, lo que ha obligado a sus habitantes a recurrir al agua embotellada.
Sarah Girdner, hidróloga del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, explicó a la AFP que en los alrededores de Memphis los medidores que controlan la profundidad del Misisipi se han quedado secos por el retroceso de las aguas.
Cuando se le preguntó qué explicaba estas condiciones, respondió: "No usamos necesariamente el término 'cambio climático', porque la causalidad va unida a eso, pero sà sabemos que los patrones meteorológicos están cambiando".
En 50 años trabajando en el Misisipi, Pete Ciaramitaro ha visto los cambios. Pero lo que este director de operaciones fluviales de la naviera Southern Devall no habÃa visto es dos otoños consecutivos con tan poca agua.
De la docena de profesionales entrevistados por AFP, Ciaramitaro fue el único que relacionó explÃcitamente la sequÃa con el cambio climático, un término polÃticamente delicado en Estados Unidos.
"Si alguien tiene una explicación mejor, me encantarÃa oÃrla", dijo. "Pero es la única que se me ocurre: el cambio climático".
Le puede interesar:
Sindicato del automóvil en EEUU extiende nuevamente su huelga
La genética encuentra el rastro de los primeros humanos modernos de Europa