El favorito en las elecciones alemanas enfrenta una peligrosa sesión parlamentaria

El favorito de las elecciones legislativas de Alemania, el socialdemócrata Olaf Scholz, enfrenta este lunes una comprometida sesión parlamentaria a escasos días del voto por un caso de blanqueo de dinero que salpica el ministerio de Finanzas que él dirige.

El candidato del partido socialdemócrata SPD debe explicar ante la comisión de Finanzas del Bundestag por qué funcionarios de su ministerio no transmitieron a la justicia información sobre una operación de presunto blanqueo de dinero.

Esta declaración por videoconferencia se produce después de que la fiscalía encargada del caso ordenara a principios de mes el registro de las oficinas del ministerio de Finanzas en Berlín.

La comparecencia coincide con la recta final de la campaña para las elecciones legislativas del domingo, en las que Scholz figura como favorito con un 25% de intención de voto en los sondeos.

Le persiguen los conservadores de la CDU de Angela Merkel, ahora bajo el liderazgo del impopular Armin Laschet, con algo más del 20%, y el partido ecologista de Los Verdes (15%), encabezado por Annalena Baerbock.

El domingo por la noche, el socialdemócrata se impuso en el último debate televisivo entre los tres, con un 42% de espectadores dándole como vencedor.

- Pagos a África -

El punto de partida de esta investigación, en 2020, fue la "declaración de actividades sospechosas por parte de un banco (...) respecto a pagos con destino a África por un monto superior al millón de euros", unos 1,17 millones de dólares.

La oficina central de Investigación de Transacciones Financieras (UIF), dependiente del ministerio de Finanzas, no transmitió este informe a las autoridades judiciales, lo que impidió "cesar estos pagos", según la fiscalía.

Esta transacción "tenía como telón de fondo el tráfico de armas y drogas, así como la financiación del terrorismo", señaló el banco en su informe.

La fiscalía pidió recientemente registrar los ministerios de Finanzas y Justicia para "verificar si y, de ser necesario, en qué medida la dirección y los responsables de los ministerios (...) estuvieron involucrados en las decisiones de la UIF".

Inmediatamente, la oposición parlamentaria (los Verdes, los liberales y la izquierda radical) convocó a Scholz para que diera explicaciones.

"Es justo que Olaf Scholz responda a la comisión de Finanzas (...) antes de las elecciones", indicó a la AFP la diputada de los Verdes Lisa Paus, señalando que "es la última oportunidad de recuperar la credibilidad perdida".

- Scholz insinúa un complot -

Molesto por los registros en plena campaña electoral, Scholz criticó las formas de los investigadores e insinuó ser víctima de un complot político.

Ante la amenaza de una derrota histórica, los conservadores de la CDU también quieren sacar rédito al asunto para atacar a su todavía socio de coalición.

"Cuando una fiscalía registra un ministerio, la reacción adecuada es decir 'vamos a ayudar a la justicia', y no denunciar complots de manera 'populista'", dijo el candidato conservador, Armin Laschet.

El ministerio de Scholz ya fue criticado el año pasado por descuidar su vigilancia en la quiebra de la sociedad Wirecard, el mayor escándalo financiero desde la guerra en este país.

Esta empresa de pagos en línea reconoció en junio de 2020 que 1.900 millones de euros (2.200 millones de dólares) registrados en sus cuentas no existían.

Entonces Scholz también se enfrentó a preguntas incisivas de los diputados durante una comisión especial de investigación.

Ese caso llevó al ejecutivo a presentar a principios de año una reforma para dotar de más poderes al Bafin, el órgano alemán de regulación financiera.