El gurú de Google prueba taxis voladores en Nueva Zelanda
Nueva Zelanda probará unos taxis voladores sin piloto en el marco de un proyecto apoyado por el cofundador de Google Larry Page y que, según sus promotores, revolucionará el transporte individual.
Nueva Zelanda probará unos taxis voladores sin piloto en el marco de un proyecto apoyado por el cofundador de Google Larry Page y que, según sus promotores, revolucionará el transporte individual.
El regulador neozelandés dio luz verde el martes a Zephyr Airworks, filial de Kitty Hawk, la empresa emergente de Page, para que desarrolle y pruebe sus aparatos futuristas.
Este vehículo eléctrico se llama Cora. Lleva una decena de rotores instalados en sus alas para despegar y aterrizar de forma vertical, como un helicóptero.
Pero sus desarrolladores subrayan que es mucho más silencioso que un helicóptero y que podría transportar pasajeros en zonas urbanas, sirviéndose de azoteas o aparcamientos como áreas de aterrizaje.
"Proponemos un vehículo no contaminante, capaz de volar de manera fiable", declaró el director general de Zephyr, Fred Reid. "Creemos que es la próxima etapa lógica de la evolución de los transportes".
El prototipo probado en la Isla del Sur comporta tres ordenadores con los que calcula su trayectoria de vuelo y que son independientes entre sí por motivos de seguridad. La nave, que puede transportar a dos pasajeros, también puede desplegar un paracaídas en caso de problemas.
Tiene un alcance de 100 km y puede volar hasta a 150 km/h y alcanzar una altitud de 900 metros.
Kitty Hawk desarrolla también otro prototipo de nave voladora individual llamado "Flyer", un ejemplar del cual fue presentado en Estados Unidos el pasado abril. En aquel entonces, el aparato solo había sido concebido para desplazarse por agua dulce.
Cora parece más robusto y se parece más a un avión tradicional. No saldrá a la venta pero funcionará como las compañías aéreas o de taxis: los pasajeros deberán reservar su viaje.
Zephyr también está poniendo a punto una aplicación para que la gente reserve plaza a través de su teléfono móvil, según la prensa neozelandesa. La fase de prueba todavía durará seis años.
La empresa eligió Nueva Zelanda para probar su producto por su espacio aéreo, no congestionado.
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