El reverso de la prosperidad británica se debate en las elecciones
El Reino Unido se acerca a las elecciones con una economÃa con buenos números, pero la desigualdad persiste y los años de austeridad presupuestaria han dejado huella.
El Reino Unido se acerca a las elecciones con una economÃa con buenos números, pero la desigualdad persiste y los años de austeridad presupuestaria han dejado huella.
Alejarse de Londres, de su City y su espléndido sector financiero, es a veces sumergirse en el mundo de 'Yo, Daniel Blake', la pelÃcula de Ken Loach, Palma de Oro en Cannes en 2016, que narra los problemas con los servicios sociales de un hombre maduro que tiene que dejar de trabajar por problemas de salud.
La desigualdad ocupa una parte de la campaña electoral de las elecciones del 8 de junio y jugó su papel en el malestar social que condujo a la victoria del Brexit, en junio de 2016.
El Partido Conservador, de Theresa May, insiste en que la primera ministra tiene como prioridad crear una sociedad que, usando sus palabras, "funcione para todos", pero, al mismo tiempo, se aferra a una austeridad presupuestaria que reduce los subsidios sociales.
Ante ella, el lÃder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, promete acabar con los recortes y concentrarse en reducir la distancia entre pobres y ricos.
El desempleo es del 4,6%, su nivel más bajo en 40 años, y los ingresos medios de los hogares fueron de 26.300 libras (30.400 euros o 33.700 dólares) en el año que acabó en marzo de 2016.
Estos ingresos están ahora por encima del nivel de 2007-2008, antes del estallido de la crisis, pero ocultan varias realidades: que las pensiones de los jubilados, ni siquiera las de los más ricos, no sufrieron ninguna pérdida, pero sà lo hicieron los salarios de los trabajadores, que no recuperaron su nivel de vida de hace diez años.
El centro de investigación The Resolution Foundation estima incluso que la caÃda del nivel de vida de los más pobres podrÃa devolver la desigualdad al nivel de la época de Margaret Thatcher, es decir, de hace 30 años.
Tomadas en conjunto, las 1.000 personas más acaudaladas del paÃs serán en 2017 más ricas que el 40% de los hogares menos prósperos, según la fundación Equality Trust.
- economÃa de pequeños trabajos -
"Es una economÃa que funciona para unos pocos, no para la mayorÃa", advirtió en mayo la directora de Equality Trust, Wanda Wyporska.
"Un número récord de gente recurrió a los bancos de alimentos el año pasado, a millones de personas les falta una vivienda decente y dos tercios de los niños pobres viven en una familia con empleo", añadió.
La proporción de pobres era del 6,5% de la población, es decir, 3,9 millones de personas, según cifras de 2014 de la oficina de EstadÃsticas Nacionales (ONS), las últimas disponibles.
Para sobrevivir, muchos británicos, en particular los más jóvenes, se ven obligados a pluriemplearse con trabajos mal pagados y, a menudo, poco cualificados. Es lo que se llama 'la economÃa gig' ('gig', en argot, es un pequeño trabajo).
Varios millones de personas viven de esta economÃa de los 'trabajitos'. Al mismo tiempo, el número de contratos de 'cero horas' está en su nivel más alto, 900.000.
Estos contratos no garantizan un mÃnimo de horas de trabajo y, por lo tanto, de remuneración fija, porque se cobra por hora trabajada.
Como consecuencia, el sindicato TUC calculó en un estudio que los salarios reales han caÃdo sistemáticamente en los últimos siete años, algo que no se producÃa desde 1860.
Según la secretaria general de TUC, Frances O?Grady, "los trabajadores británicos han sufrido el periodo más largo de caÃda de los salarios desde la era victoriana".
El aumento de la inflación -provocado por el encarecimiento de las importaciones tras el descenso de la libra por el Brexit- amenaza con empeorar las cosas.
Para John Hills, sociólogo de la London School of Economics, un Brexit "duro", en el que Londres y Bruselas cortaran amarras sin ningún acuerdo comercial, acabarÃa trayendo más desigualdad por "la caÃda de la producción, la imposición de más austeridad y la pérdida de empleos".
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