Entre protestas y duendes, aceleran trabajos para arrancar Tren Maya en México
Decenas de hombres trabajan a marcha forzada bajo un sol inclemente para concluir una estación del Tren Maya, ambicioso proyecto turÃstico que el presidente mexicano, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, está decidido a inaugurar el próximo 1° de diciembre.
Decenas de hombres trabajan a marcha forzada bajo un sol inclemente para concluir una estación del Tren Maya, ambicioso proyecto turÃstico que el presidente mexicano, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, está decidido a inaugurar el próximo 1° de diciembre.
Es la terminal del municipio de Maxcanú (estado de Yucatán, este), con un paisaje árido y temperaturas de unos 35 grados centÃgrados que obligan a muchos de sus 12.600 habitantes a permanecer en casa hasta que cae la tarde.
"Debe estar para diciembre, ya nos están presionando", dice a la AFP VÃctor Chan, un estudiante de ingenierÃa de 23 años que trabaja en las obras.
El tren, que recorrerá 1.554 km por cinco estados, incluida la turÃstica PenÃnsula de Yucatán, ha sido objeto de decenas de demandas de pobladores, activistas y organizaciones ambientales.
Denuncian que la obra ha dañado el rico ecosistema peninsular, el cual abarca extensiones de selva, bosques, cenotes (pozos de agua dulce) y rÃos subterráneos, además de contar con fauna diversa.
López Obrador tacha a los inconformes de "pseudoambientalistas" y aseguró que el proyecto intenta saldar una deuda con una de las regiones más empobrecidas de México.
En casi cuatro años de construcción, los trabajos ya han sido suspendidos y reanudados por orden judicial, mientras que el mandatario emitió un decreto que declara sus obras de infraestructura como asunto de "seguridad nacional" para evitar una parálisis.
- Permiso a los duendes -
Chan, encargado de la seguridad de los obreros, confÃa en que el tren ayudará a su humilde comunidad. "Nos va a traer mucha prosperidad, más atención, más visitantes", dice. Sin embargo, la estación está alejada de Maxcanú y el poblado carece de infraestructura para recibir turistas.
Ana MarÃa Sánchez, de 64 años, tiene en su casa un improvisado restaurante. Vende a sus vecinos y ocasionalmente a trabajadores del tren.
Deposita sus esperanzas en una nueva sucursal del gubernamental Banco del Bienestar, justo frente a su vivienda, donde espera ganar clientes entre los ancianos que vayan a cobrar su pensión.
Con dejo de ironÃa, sonrÃe cuando se le pregunta por los turistas. "No vienen a comer, vienen a ver artesanÃas, museos. Porque ellos no saben (acostumbran) comer, nada más andan con su botellita de agua".
A las controversias que rodean la obra se sumó la que generó López Obrador el pasado 25 de febrero, cuando publicó en su cuenta de twitter la foto de lo que según él parecÃa un "aluxe".
Se referÃa a unos seres mitológicos de la cultura maya, una suerte de duendes, a los que se atribuyen travesuras como esconder objetos o incluso derribar el techo de un escenario previo a un concierto de la estrella musical británica Elton John en el complejo arqueológico de Chichén Itzá, en 2010.
El mandatario recibió elogios por enaltecer las tradiciones originarias, pero también burlas por la fotografÃa, que circulaba al menos desde 2021 y habrÃa sido tomada en el norte del paÃs.
Unos jóvenes que desarrollan una investigación cientÃfica en la zona reconocen que para muchos este es un asunto "serio", y apuestan a que a alguien se le ocurrirá hacer una "ofrenda" a los aluxes para que el tren marche sin sobresaltos.
Ellos mismos, que cazan aves para indagar sobre las enfermedades que saltan de los animales a los humanos, aseguran que sólo hasta que "pidieron permiso" a los duendes los pájaros empezaron a caer en las trampas.
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