Desde Riad (AFP)

Fontaneros o choferes: los saudíes empiezan a aceptar trabajos humildes

Con sus hamburguesas, sus patatas fritas y su queso fundido, el One Way Burger se parece a cualquier camión de comida, muy en boga en Riad. Excepto porque quien está detrás de los fogones es un saudí.

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Bader Al Ajmi (dcha.) atiende a un cliente en su camión de comida el 5 de julio de 2018 en Riad - AFP/AFP
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Con sus hamburguesas, sus patatas fritas y su queso fundido, el "One Way Burger" se parece a cualquier camión de comida, muy en boga en Riad. Excepto porque quien está detrás de los fogones es un saudí.

En el país petrolero, antaño un estado del bienestar donde tanto los obreros como los cocineros, los técnicos de menor nivel o los empleados de las gasolineras eran en su mayoría trabajadores extranjeros.

Pero cada vez hay más saudíes dispuestos a aceptar este tipo de empleos, de "estatus inferior", en un contexto en el que el precio de la gasolina ha igualado el del agua y en el que el gobierno ha reducido las subvenciones, para intentar relanzar la economía y combatir la elevada tasa de paro.

"Cuando lancé este camión de comida hace dos años, mucha gente me dijo: '¿Qué? ¿Va a vender hamburguesas y emparedados en la calle? Usted viene de una gran familia y de una gran tribu", recuerda Bader Al Ajmi, de 38 años, propietario de "One Way Burger".

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Bader Al Ajmi (dcha.) posa ante su camión de comida el 5 de julio de 2018 en Riad (AFP/AFP)

Sin embargo, cada vez son más los saudíes que se dedican a oficios manuales en este periodo de austeridad.

Por primera vez, una nueva generación de ciudadanos saudíes trabaja como vendedores de té o mecánicos de automóviles. Los propietarios de vehículos devienen choferes de Uber.

"¿Están dispuestos los saudíes a trabajar como barrenderos?", planteó el periodista Abdulhadi Al Saadi en el diario Saudi Gazette, incitando a los ciudadanos a no rechazar ningún empleo.

En diciembre, los habitantes de la región oriental de Al Ahsa felicitaron a un puñado de jóvenes saudíes que aceptaron trabajar en una gasolinera, un empleo juzgado vergonzoso durante mucho tiempo.

"No hay ninguna vergüenza en trabajar en esto", consideró un cliente en un video. "El profeta Mahoma era pastor".

- Nueva situación económica -

"Los saudíes se orientan hacia empleos históricamente reservados a extranjeros", confirma Graham Griffiths, analista principal en el gabinete Control Risks.

Según él, "la estigmatización social que rodea a ciertos tipos de trabajo manual o de servicio fue fuerte, pero la necesidad económica empuja a mucha gente a aceptar ese tipo de empleos, sea cual sea su estatus social".

"Casi dos tercios de los saudíes están empleados por el gobierno, y la masa salarial y las subvenciones del sector público representan alrededor de la mitad de todo el gasto público", subraya el analista.

Para el economista saudí Abdalah Al Maghluth, la nueva situación económica llevará a más saudíes a hacerse fontaneros, carpinteros y sastres, unos empleos aceptables hace unas décadas, antes del boom petrolero.

- 'Saudización' -

Durante ese tiempo, el gobierno trata de sustituir a los extranjeros por trabajadores saudíes -una política llamada "Saudización"- e impone impuestos a los expatriados, provocando un éxodo masivo de estos últimos, que ocupan el 70% de los empleos.

Según las estadísticas oficiales, cerca de 800.000 trabajadores extranjeros dejaron el reino desde principios de 2017, creando una "crisis de contratación", en palabras de los empresarios. En cambio, no hay estadísticas sobre el número de saudíes que se han pasado a los trabajos manuales.

El gerente de un restaurante indio asegura que no logra conseguir permisos de trabajo para sus cocineros, procedentes del sureste asiático, por lo que no puede desarrollar su negocio.

Algunas empresas que aplican la "Saudización" se quejan de la actitud de los empleados saudíes.

El director de una fábrica de refrigeradores declaró que algunos de los saudíes que empleó fueron sorprendidos "durmiendo en su vehículo en horas de trabajo".

Muchas empresas sortean esta política pagando a los trabajadores saudíes sueldos bajos para que se queden en sus casas, creando falsos empleos.

Y, sin embargo, la medida del gobierno no ha reducido el paro entre los nacionales, que fue de casi el 13% en el primer trimestre del año.



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