Desde Washington (AFP)

La siesta de un Trump en el discurso del Estado de la Unión se vuelve viral

Entre las trasnochadas y los tuits matutinos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es famoso por necesitar solo cuatro horas de sueño, pero su joven invitado al discurso sobre el Estado de la Unión, Joshua Trump, pareció no estar a la altura.

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Joshua Trump (D) toma una siesta durante el discurso del presidente Donald Trump sobre el Estado de la Unión el 5 de febrero de 2019 en el Congreso. - AFP/AFP
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Entre las trasnochadas y los tuits matutinos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es famoso por necesitar solo cuatro horas de sueño, pero su joven invitado al discurso sobre el estado de la Unión, Joshua Trump, pareció no estar a la altura.

El niño de 11 años, que no tiene parentesco alguno con el mandatario pero ha sido acosado en la escuela debido a su apellido, acudió al Congreso para el tradicional discurso anual del presidente, invitado especial de la Casa Blanca.

Con camisa blanca y corbata oscura, el jovencito lucía muy presidencial cuando se inició el solemne acto político trasmitido en horario estelar a una audiencia masiva. Pero no tardó en sucumbir a la cadencia aparentemente soporífera de las palabras de Trump.

Sentado muy cerca de la primera dama, Melania Trump, el estudiante de escuela media de Delaware pareció haber encontrado su repentina fama algo agotadora.

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La primera dama estadounidense, Melania Trump, invitó a Joshua Trump, de 11 años de edad y sin parentesco con la familia, quien tuvo que abandonar su escuela por las burlas que recibía por su apellido, a asistir al discurso del Estado de la Unión de su esposo. (AFP/The White House/AFP)

Las imágenes de su siesta rápidamente se volvieron virales en Twitter, donde muchos lo calificaron como un talismán poco probable de la "resistencia" anti-Trump. "Joshua Trump habló por todos los estadounidenses", comentó un internauta.

"Joshua Trump es un Trump que puedo respaldar", bromeó otro, mientras que un tercero se mostró entusiasmado: "No todos los héroes usan capas".

También hubo comentarios sobre que el solo hecho de estuviera ahí, bajo el foco de los reflectores, era un acto de matoneo.

Forzado a soportar meses de intimidación por compartir el mismo apellido que el presidente, Joshua abandonó la escuela y le dijo a su madre que había perdido la voluntad de vivir.

Según contó en una entrevista, alcanzar la fama nunca fue su objetivo.

"Me dicen si estoy relacionado con Donald Trump y yo les digo: '¿Estaría aquí si estuviera relacionado con él?", declaró el joven Joshua al sitio de noticias Inside Edition en diciembre.

La burla constante fue tal que sus padres finalmente lo sacaron de la escuela en 2017 y lo instruyeron en casa durante un año, antes de reinscribirlo cuando debía comenzar la enseñanza media.

La dirección del instituto instruyó a sus maestros para que no usaran más el apellido del niño y obligó a cinco estudiantes a disculparse con él.

Melania Trump ha convertido su campaña contra el acoso y el matoneo en su principal legado como primera dama, aunque ha habido pocos pasos concretos aparte de las apariciones públicas y las mesas redondas.

Su campaña se ha visto socavada sin embargo por las frecuentes críticas que recibe su marido por denigrar públicamente a sus enemigos políticos, a sus opositores y a los medios de comunicación, así como por poner apodos agresivos a muchos de ellos.

"La primera dama está en una posición muy difícil", dijo a AFP Claudio Cerullo, fundador del sitio TeachAntiBullying.org.

"Ojalá logre algún impacto con su marido".



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