La UE y EEUU muestran sus diferencias sobre Google
Las acusaciones de abuso de posición dominante lanzadas el miércoles por la Comisión Europea contra el gigante de internet Google contrastan con la postura de Washington, que abandonó una investigación similar hace dos años, argumentando falta de pruebas.
Las acusaciones de abuso de posición dominante lanzadas el miércoles por la Comisión Europea contra el gigante de internet Google contrastan con la postura de Washington, que abandonó una investigación similar hace dos años, argumentando falta de pruebas.
A principios de 2013, el organismo que regula la competencia en Estados Unidos, la Comisión Federal de Comercio (FTC), cerró su investigación a cambio de compromisos de buena conducta de Google, en particular el cese de lo que fue calificado entonces como "las prácticas más preocupantes".
Ese año, Google aceptó poner fin a las restricciones relacionadas con su plataforma de publicidad en línea AdWords, que impedía a los anunciantes realizar una campaña paralela en plataformas de la competencia. Además, dejó de incorporar en sus resultados de búsqueda especializada los contenidos de algunos sitios, entre ellos las críticas de restaurantes o de hoteles de los que estaba acusado de apropiarse.
En aquel momento, el presidente de la FTC, Jon Leibowitz, aseguró haber investigado de manera "completa y profunda" las acusaciones según las cuales Google manipulaba los resultados de su motor de búsqueda a expensas de sus competidores, pero sin encontrar pruebas suficientes de abuso para lanzar una demanda.
Los detractores de Google arremetieron, por su parte, porque el grupo salió del paso con una simple reprimenda. Las llamadas a reabrir la investigación surgieron tras la revelación el mes pasado de un informe confidencial interno de la FTC, en el que los expertos habían recomendado abrir una causa judicial. John Simpson, de la asociación de consumidores Consumer Watchdog, considera "incomprensible que la FTC se haya negado a iniciar una causa al gigante de internet a la vista de las pruebas omnipresentes y convincentes".
La nueva presidenta de la FTC, Edith Ramírez, estimó sin embargo que no debería haber ninguna duda sobre la decisión de 2013, en la que los cinco miembros de la comisión "estuvieron de acuerdo en que no había base legal de acción relacionada con el principal eje de la investigación: la búsqueda". "Como dijimos, cuando se cerró la investigación, la comisión concluyó que las prácticas de Google en la búsqueda no eran, en general, claramente anticompetencia", añadió Ramírez.
- Leye más duras en Europa -
Hasta ahora, Google ha logrado resolver la mayoría de sus problemas legales en Estados Unidos con un impacto financiero mínimo. El año pasado, terminó amigablemente una investigación de la FTC sobre sus prácticas en el sector del móvil al aceptar pagar 19 millones de dólares de los montos facturados a usuarios por descargas realizadas por sus hijos.
A finales de 2013, la justicia estadounidense se decantó a favor del gigante de internet en una batalla con autores y editores que lo acusaron de violar sus derechos con su proyecto gigante de digitalización de libros, Google Books.
El grupo corre un riesgo mucho mayor en el caso de abuso de posición dominante en Europa, con una posible multa que podría alcanzar el 10% de su volumen de negocios, es decir, más de 6.000 millones de dólares.
Scott Cleland, presidente de la asociación de promoción de la competencia en línea NetCompetition, advierte también de que Google podría tener más dificultades para defenderse esta vez que en Estados Unidos. El caso es "altamente problemático para Google porque la legislación europea sobre competencia es bastante más dura que la estadounidense", dice. Además, "el dominio de Google del 90% del mercado de Europa es mayor que en Estados Unidos", donde su participación en la búsqueda estaba estimada en 2013 en alrededor del 70%, "y Google no tiene la influencia política dominante en Europa que tiene sobre el Ejecutivo estadounidense", consideró Cleland.
El grupo de análisis sobre tecnologías TechFreedom, con sede en Washington, acusa por su parte a Europa de "miopía". "En lugar de celebrar la evolución tecnológica del mercado, los reguladores europeos lanzan la última guerra", dijo Geoffrey Manne, miembro de TechFreedom especializado en competencia, entre otros asuntos. "En los casi cuatro años que le tomó a la UE llegar a estas acusaciones, los motores de búsqueda tradicionales perdieron su pertinencia, especialmente para hacer comparaciones antes de comprar. Hoy en día, los consumidores pueden usar, y lo hacen, las aplicaciones móviles como Amazon, facebook y Yelp para encontrar productos, restaurantes y mucho más", concluye.
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