LÃder guaranÃ-kaiowá en ParÃs para denunciar persecución de su pueblo
Con un tocado de plumas blancas y azules, el lÃder de la etnia indÃgena guaranÃ-kaiowá, Ládio Veron, denunció el sábado en ParÃs el genocidio del que afirma es vÃctima su pueblo en el estado brasileño de Mato grosso do Sul.
Con un tocado de plumas blancas y azules, el lÃder de la etnia indÃgena guaranÃ-kaiowá, Ládio Veron, denunció el sábado en ParÃs el genocidio del que afirma es vÃctima su pueblo en el estado brasileño de Mato grosso do Sul.
"Hemos emprendido un largo viaje por Europa para denunciar el gran genocidio del que somos vÃctimas", dijo a la AFP Veron durante una manifestación organizada en apoyo a este pueblo indÃgena del suroeste de Brasil frente a la Torre Eiffel.
Este cacique, representante de más de 45.000 indÃgenas de la etnia guaranÃ-kaiowá, una de las mayores de Brasil, se encuentra de gira por Europa para alertar sobre la ocupación de sus tierras que amenaza con su supervivencia.
Los guaranÃ-kaiowá intentan desde hace más de una década recuperar unas 9.300 hectáreas que el poder ejecutivo llegó a reconocer como sus tierras ancestrales.
Pero atendiendo el reclamo de estancieros que ocupaban la zona, la corte Suprema suspendió indefinidamente los efectos de ese reconocimiento en 2005 y los indÃgenas fueron expulsados.
Desde entonces, viven "hacinados en pequeñas parcelas de tierra rodeadas de haciendas de ganado y de extensos cultivos de soja y de caña de azúcar", según la ONG Survival.
"Algunos carecen de tierras y se ven forzados a acampar en los bordes de carreteras y caminos", añade esta organización, que se moviliza por los derechos de los pueblos indÃgenas.
"Nuestros derechos constitucionales están siendo violados por el gobierno brasileño", señaló Veron, quien acusa al ejecutivo de Michel Temer de impedir la demarcación de tierras indÃgenas.
Con la llegada de este presidente conservador el año pasado y con un parlamento bajo fuerte influencia de grandes productores agrÃcolas, han ganado fuerza iniciativas que podrÃan restringir el derecho de las tribus a permanecer en sus tierras ancestrales.
Ejemplo de ello es una reforma que se tramita en el Congreso, que busca transferir del ejecutivo al legislativo la competencia para demarcar dichas tierras.
Esto, en los hechos, suspenderÃa la demarcación, sostienen los defensores de las causas indÃgenas.
- Plantaciones extensivas -
En el banquillo de los acusados están también las plantaciones extensivas de soja y caña de azúcar que prosperan en sus territorios ancestrales, impulsadas por la demanda masiva china y las grandes empresas que explotan el "petróleo verde" de los agrocarburantes.
"Europa debe saber de dónde viene la soja que están consumiendo y cómo se produce", señaló Veron, que aceptó posar junto a algunos curiosos que se acercaban a tomar fotografÃas en este lugar altamente turÃstico de la capital francesa.
A fines de la década pasada se produjo una explosión de la demanda mundial de agrocarburantes como el etanol, fabricado con caña de azúcar, cuya producción se multiplicó por seis entre 2000 y 2010, pasando de 19 a 100 millones de metros cúbicos.
El periplo del cacique, que lo ha llevado a España, Grecia, Italia, Reino Unido, Alemania y Austria, busca además crear una red de apoyo para que cada paÃs se comprometa con enviar observadores.
"En Madrid y Barcelona pudimos hablar con varios parlamentarios y oenegés para conseguir apoyo", cuenta, alentado por la acogida que ha recibido.
El lunes participará en un encuentro con responsables de los pueblos autóctonos de la Unesco y el martes en una reunión pública en el Senado francés, antes de seguir su gira por Montpellier (suroeste), Marsella (sureste) y Lille (norte).
Este lÃder indÃgena de 50 años sigue los pasos de su padre, Marcos Veron, que realizó el mismo periplo en 2002 para alertar sobre la situación de su pueblo. Dos meses después de regresar a Brasil, su padre fue asesinado.
De acuerdo con el último censo (2010), en Brasil viven 896.900 indÃgenas de 305 etnias, el 0,4% de la población, de unos 202 millones de personas.
Sus áreas ocupan el 12% del territorio y buena parte se encuentran en la AmazonÃa.
Hay muchas tierras pendientes de reconocimiento en áreas pobladas y ocupadas por colonos que llegaron con la expansión de la frontera agrÃcola, un conflicto que muchas veces termina en sangre.
Le puede interesar:
Un grupo de rock de robots fascina al púbico en un festival en Lituania
Blackstone y fondo saudà se alÃan para renovar infraestructuras en EEUU