Los estadios impulsan las aplicaciones para seducir a los hinchas
En los estadios, los teléfonos inteligentes pueden servir para mucho más que tomar fotografías: pedir comida, ver repeticiones instantáneas o comprobar en qué baños hay menos cola son las últimas aplicaciones tecnológicas para seducir a los espectadores en estos recintos.
En los estadios, los teléfonos inteligentes pueden servir para mucho más que tomar fotografías: pedir comida, ver repeticiones instantáneas o comprobar en qué baños hay menos cola son las últimas aplicaciones tecnológicas para seducir a los espectadores en estos recintos.
El proveedor estadounidense de equipos de telecomunicaciones Cisco asegura ofrecer una conectividad inalámbrica que permite este tipo de aplicaciones en 300 recintos de 35 países, incluyendo el O2 Arena de Londres o el Staples Center de Los Ángeles.
"Puede hacer la experiencia en un estadio incluso mejor de lo que ofrece la televisión", dice Doug Webster, vicepresidente de Cisco en la principal feria del sector, el Congreso Mundial de Móviles de Barcelona. "Tendrás toda la energía de los asistentes pero también las numerosas facilidades de ver un partido en casa por televisión como acceso fácil a las estadísticas y las repeticiones".
El estadio más desarrollado tecnológicamente del mundo se encuentra, como era de esperar, en el estadounidense Silicon Valley, en California, el corazón del universo tecnológico.
Inaugurado en julio de 2014, el Levi Stadium, hogar del equipo de fútbol americano San Francisco 49ers y que acogió la Super Bowl a principios de mes, tiene alrededor de 600 kilómetros de cable de fibra óptica que alimentan 680 puntos de acceso wifi, uno por cada 100 asientos.
La fuerte conectividad permite a los espectadores subir fácilmente sus fotos a las redes sociales o utilizar una aplicación propia del estadio para encontrar sus asientos, pedir cerveza y perritos calientes o buscar el baño más próximo con menos cola.
También pueden ver hasta cuatro repeticiones a la vez durante el partido y recibir las estadísticas de los diferentes jugadores a través de la aplicación.
"Hay muchas cosas interesantes que puedes hacer para que la gente siga viniendo, no sólo con la aplicación sino también con el estadio, impulsar la venta de entradas y hacerlo realmente emocionante", dice Laurence Sotsky, fundador y director ejecutivo de Hopscotch, una firma estadounidense que opera plataformas de servicios móviles para recintos y equipos deportivos.
La compañía desarrolla una aplicación para 12 equipos de la Asociación Filipina de Baloncesto que ofrecerá vídeos exclusivos de los partidos que no estarán disponibles en televisión, explica el exseleccionador filipino de baloncesto masculino Chot Reyes, que trabaja con Hopscotch en el proyecto. "Verás al entrenador maldecir a sus jugadores, verás las peleas de los jugadores, verás a la mujer llorar tras una ajustada derrota final. Intentaremos ofrecer todas estas pequeñas cosas", señala.
- Fuente de nuevos ingresos -
Convertirse en estadios de alta tecnología también permitirá nuevos ingresos para estos recintos. Los espectadores del Levi Stadium, por ejemplo, pueden cambiar su entrada por unos asientos mejores con sus móviles al llegar.
En los partidos de baloncesto de la NBA en Estados Unidos los fans reciben alertas de ofertas especiales de comida, bebida o productos del equipo.
Un estudio de Cisco descubrió que el 38% de los espectadores con una buena conexión a internet en los estadios piden comida y bebida a través de sus dispositivos para recibirla en sus asientos o recogerla durante el partido. Antes, la tecnología de los asistentes a los recintos deportivos solía limitarse a un transistor de radio para escuchar la retransmisión en vivo del partido.
Con la llegada de los teléfonos inteligentes hace una década, los estadios no vieron la necesidad de dar conectividad, creyendo que sería una distracción del partido, con lo que la red móvil quedaba rápidamente saturada por la gran cantidad de gente intentando colgar fotos y vídeos a la vez.
"No cabe duda de que terminaron los días en que la gente se quejaba de que su teléfono no funcionaba o no podían llamar", dice Kate McKenzie, jefa de operaciones en Telstra, la mayor compañía de telecomunicaciones de Australia que ofrece conectividad en 28 recintos del país. Ahora, la conexión a internet "se da por sentada".
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