Los retrasos ponen en peligro el plan de recuperación económica de Italia
Tras la caída del gobierno de Mario Draghi, en 2022, Europa está preocupada por el futuro del plan de recuperación económica de Italia, cuyo retraso está provocando ahora nuevas fricciones.
Tras la caída del gobierno de Mario Draghi, en 2022, Europa está preocupada por el futuro del plan de recuperación económica de Italia, cuyo retraso está provocando ahora nuevas fricciones.
"No me preocupan los retrasos", dijo el lunes la primera ministra Giorgia Meloni, y aseguró que los problemas del plan, negociado con Bruselas por su predecesor, "no fueron el resultado de las decisiones de este gobierno".
Italia es la primera beneficiaria del plan de recuperación europeo y debe recibir 191.500 millones de euros (208.000 millones de dólares) hasta 2026 pero solo si cumple una serie de objetivos y empieza a aplicar reformas, a veces impopulares.
El desembolso del tercer tramo de 19.000 millones de euros (20.700 millones de dólares) fue congelado por Bruselas en marzo, a la espera de que se aclaren algunos de los 55 objetivos que Italia tenía que alcanzar en la segunda mitad de 2022.
Después de tres meses de controles, se ha fijado una nueva fecha límite a finales de abril.
El comisario europeo de Economía, el italiano Paolo Gentiloni, dijo en marzo que "los italianos no podemos asumir la responsabilidad de un fracaso de los primeros eurobonos de la UE, porque sería un desastre desde el punto de vista europeo".
Por primera vez, el plan de recuperación de la Unión Europa de 800.000 millones de euros fue financiado por un préstamo conjunto de sus Estados miembros, pese a las reticencias de países como Austria y Países Bajos.
Si el plan fracasa, Italia "habrá desperdiciado una oportunidad única" y, en el futuro, "la UE se volverá más austera" aplicando reglas presupuestarias más estrictas, dijo Mario Monti, economista y ex primer ministro.
- Estadios de fútbol en el punto de mira -
Bruselas está preocupada en particular por la intención del gobierno de Roma de financiar con fondos europeos la renovación de un estadio de fútbol en Florencia y la construcción de un centro deportivo en Venecia.
La coalición de extrema derecha en el poder también planea extender por al menos un año más, hasta finales de 2024, las concesiones otorgadas a playas privadas, una decisión censurada por el Consejo de estado y que no gusta en Bruselas.
El gobierno de Draghi había decidido poner fin a este mercado opaco y organizar licitaciones públicas a partir de enero de 2024 pero Roma se arriesga ahora a violar de nuevo las normas europeas de competencia.
En cuanto al plan, "claramente hay retrasos, pero más en el lado del gasto que en el logro de objetivos", apunta Lorenzo Codogno, execonomista jefe del Tesoro italiano.
A principios de 2021, Italia había planeado gastar más de 40.000 millones de euros (43.590 millones de dólares) en fondos europeos hasta finales de 2022.
Pero solo se han comprometido unos 12.000 millones, o el 6% del total previsto hasta 2026, según el tribunal de cuentas italiano.
"No hay ninguna posibilidad de obtener un acuerdo de Bruselas para extender el plazo más allá de 2026, Italia tendrá que respetar todos los objetivos para entonces", dijo Codogno a la AFP.
El plan de recuperación se centra en la digitalización, la transición ecológica y las infraestructuras, especialmente en el sector ferroviario.
Le puede interesar:
América Latina pierde atractivo y participa poco en economía global (Banco Mundial)
El presidente de Credit Suisse se disculpa ante sus accionistas