Manufactura de souvenirs Made in Egypt, preparándose para tiempos mejores
Pirámides, máscaras de Tutankamón, bustos de Nefertiti: la manufactura de souvenirs en Egipto, muy afectada por la casi ausencia de turistas como consecuencia de la pandemia de covid-19, comienza a prepararse a la espera de tiempos mejores.
Pirámides, máscaras de Tutankamón, bustos de Nefertiti: la manufactura de souvenirs en Egipto, muy afectada por la casi ausencia de turistas como consecuencia de la pandemia de covid-19, comienza a prepararse a la espera de tiempos mejores.
Al distrito donde se encuentran las pirámides de Giza (oeste de El Cairo), buque insignia del turismo egipcio, continúan llegando visitantes, pero no en cantidad suficiente para Eid Yusri, propietario de un pequeño taller donde moldea estatuillas de faraones en poliéster.
"Llegamos a tener quince trabajadores, contra cinco actualmente (...) Hemos perdido aproximadamente el 70% de la actividad", indicó Yusri, cuyo taller ocupa una pieza de madera contrachapada en la azotea de su casa familiar.
Al igual que él, centenares de pequeños artesanos han perdido la mayor parte de sus ingresos desde el comienzo de la pandemia. La mayorÃa en el sector de la economÃa informal, por lo que no reciben ayudas estatales.
El sector turÃstico en Egipto, que llegó a representar el 12% del PIB en 2019, fue devastado por la pandemia.
Tras un largo periodo de inestabilidad polÃtica, los ingresos del sector se recuperaron hasta los 13.000 millones de dólares (unos 10.900 millones de euros) en 2019. Pero, en 2020, Egipto recaudó apenas 4.000 millones frente a los 16.000 millones de dólares esperados.
En las angostas y desiertas callejuelas de Jan el Jalili, gran mercado turÃstico de El Cairo, Caroline Bucher, treintañera, es una de las pocas clientas.
Proveniente de República Dominicana, "busca souvenirs hechos a mano, de calidad y que reflejen la cultura local. Un buen recuerdo del viaje", indicó a la AFP.
Ante los raros turistas, en ocasiones exigentes, Eid Yusri promete esforzarse respecto a la calidad, e inclusive precios a sus revendedores a los que vende sus piezas entre 20 libras (1 euro, 1,2 dólares) y 200 libras (10 euros). Cuenta sobre todo con la llegada de más turistas, "entre septiembre y octubre, en particular estadounidenses".
En una reciente entrevista con la AFP, el ministro de Turismo, Khaled el-Enani, se congratuló por un ligero repunte de visitantes desde abril, con 500.000 contra 200.000 de media mensual en 2020.
- "Ejercicio de marketing" -
Alentado por estas cifras, el gobierno se prepara para la pospandemia con una nueva fábrica de reproducciones de antigüedades, no para beneficio de los pequeños artesanos, sino propio.
Desde marzo, en los suburbios de El Cairo, la fábrica Konuz ("tesoro" en árabe) produce muebles, estatuillas, pinturas, que recorren cuatro grandes periodos de la historia egipcia: faraónica, grecorromana, copta e islámica.
Las reproducciones, a escala natural o miniaturizadas, están acompañadas por un certificado de autenticidad.
En esta cooperativa estatal sobre 10.000 m2, Hicham Charaui, un exgeneral, dirige su ejército de unos 150 trabajadores, pintores, ebanistas, escultores y diseñadores.
"En abril abrimos una tienda en el Museo nacional de la Civilización Egipcia", indicó a la AFP el exmilitar. Las habrá en otros museos, afirma, y también en determinados sitios arqueológicos.
Esta inversión de 80 millones de libras egipcias (4,2 millones de euros, 5 millones de dólares), está dedicada a una producción de mejor calidad.
La mayorÃa de los objetos son moldeados en poliéster, yeso o metal. A veces terminados a máquina, antes de pintarlos a mano o cubrirlos con hojas de oro.
Aunque las autoridades afirman que no quieren competir con los pequeños artesanos, algunos artÃculos podrÃan marcar la diferencia: los productos van desde pequeños amuletos de 50 libras hasta estatuas de tres metros de altura, de varios miles de libras.
Elhamy el-Zayat, experto en turismo, califica la iniciativa gubernamental como un "ejercicio de marketing inteligente". Pero "no se debe producir demasiado, pues se pierde valor", advierte.
Para los artesanos informales y los cooperativistas estatales, el repunte parece una perspectiva real, puesto que ante la competencia extranjera, sobre todo china, en 2015 se promulgó un decreto para proteger la industria nacional.
Sólo es posible vender objetos "de arte popular (...) incluidas antigüedades, 'Made in Egypt'".
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