Mozambique y Angola exhiben éxito económico 40 años después de independizarse
Ironías de la historia, numerosos portugueses buscan hoy trabajo en Mozambique o Angola, unas antiguas colonias que muestran altas tasas de crecimiento gracias a sus recursos naturales, 40 años después de su independencia de Portugal.
Ironías de la historia, numerosos portugueses buscan hoy trabajo en Mozambique o Angola, unas antiguas colonias que muestran altas tasas de crecimiento gracias a sus recursos naturales, 40 años después de su independencia de Portugal.
El jueves, Mozambique será el primer país en celebrar el aniversario de su independencia -Angola lo hará el 11 de noviembre-, en un clima apaciguado respecto a la antigua potencia colonial.
Angola es, desde hace mucho tiempo, un importante productor petrolero, y Mozambique se ha convertido en el primer destino de las inversiones directas en África Austral, gracias al hallazgo de inmensos yacimientos de gas y carbón.
Esas riquezas permiten restañar las heridas provocadas por las largas guerras civiles que asolaron los dos países en los años 1990, enfrentando en ambos casos a regímenes marxistas con guerrillas apoyadas por la Sudáfrica del apartheid.
Aunque el poder mozambiqueño sigue instrumentalizando la memoria de la lucha por la independencia -un fusil AK47 adorna la bandera nacional-, las relaciones entre Lisboa y Maputo son consideradas como "excelentes" por José Augusto Duarte, el embajador de Portugal en Mozambique.
"El problema de la descolonización mozambiqueña es un problema resuelto, ya no tenemos ningún contencioso en curso", asegura Duarte.
La independencia de Mozambique supuso un trauma para muchos colonos portugueses que tuvieron que huir precipitadamente en 1975.
El ex presidente Armando Guebuza, entonces ministro del Interior, ordenó a los cerca de 200.000 residentes portugueses que adoptaran la nacionalidad mozambiqueña o abandonaran el territorio con 20 kilos de equipaje, en las 24 horas posteriores a la declaración de independencia.
En julio de 2014, el mismo Armando Guebuza exhortó a Portugal a invertir más en su país.
La antigua metrópoli está entre los tres países que más invierten en Mozambique y se ha convertido en el mayor creador de empleos en el estado africano.
Muchos jóvenes portugueses fueron a buscar trabajo a Mozambique para huir de la crisis en Europa, no siempre con éxito. El movimiento migratorio se está, sin embargo, estabilizando, ya que la situación económica ha mejorado en Portugal y Maputo ha endurecido las condiciones de entrada.
Hoy hay unos 23.000 portugueses en el país.
- Angola -
Los vínculos son aún más espectaculares entre Portugal y Angola, cuyas élites mantienen estrechas relaciones con las de la antigua metrópoli.
A raíz de la crisis económica de 2008, Angola se ha convertido en un socio crucial para Portugal, que ha exportado sus mercancías, sus empresas y sus trabajadores en busca de empleo a la excolonia.
Entretanto, los angoleños ricos -incluida la hija del presidente, Isabel dos Santos- han invertido masivamente en Lisboa, a tal punto que algunos hablan de "colonización a la inversa".
Muchos angoleños acusan incluso a Portugal de exportar su paro a su país, mientras que los portugueses critican la invasión de los capitales angoleños y denuncian su opacidad.
Pero las autoridades portugueses jamás se atreverían a ofender al poco democrático José Eduardo dos Santos, que dirige Angola desde 1979.
"¿Cuál es la consecuencia más dramática de esas inversiones masivas de Angola en Portugal? Transformar un país situado entre las democracias más avanzadas de Europa en una corte de vasallos al servicio de un reino absolutista africano", lamenta el ex primer ministro angoleño Marcolino Moco.
La relación entre ambos países tuvo, sin embargo, algún contratiempo como, a finales de 2013, cuando Dos Santos anunció el cese de los esfuerzos para conseguir una "cooperación estratégica" con Portugal.
En Lisboa, el incidente se vio como una respuesta a investigaciones realizadas por la justicia portuguesa sobre varios altos responsables angoleños, que se archivaron desde entonces.
Los intercambios comerciales se redujeron en los últimos tiempos por culpa de la caída de los precios del petróleo, que provocó un debilitamiento de la economía angoleño.
A pesar de ello, unos 126.000 portugueses viven en Angola -cerca de 200.000, según la prensa portuguesa- y hay más de 800 empresas portuguesas en el país.
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