Nuevas inculpaciones contra Carlos Ghosn, que sigue en prisión
La tensión por el caso del presidente de Renault, Carlos Ghosn, detenido en Japón y objeto de nuevos procesos este viernes, volvió a subir entre el grupo nipón Nissan luego de que su socio, el constructor francés, evocara una campaña de desestabilización luego de revelaciones de una de sus directivos.
La tensión por el caso del presidente de Renault, Carlos Ghosn, detenido en Japón y objeto de nuevos procesos este viernes, volvió a subir entre el grupo nipón Nissan luego de que su socio, el constructor francés, evocara una "campaña de desestabilización" luego de revelaciones de una de sus directivos.
Mouna Sepehri, cercana a Carlos Ghosn y directora delegada ante la presidencia de Renault, recibió un salario de unos 500.000 euros repartido en varios años como miembro del directorio de la alianza Renault-Nissan, según documentos consultados por la AFP.
Esta directiva allegada a Carlos Ghosn --presidente de Renault y responsable de su alianza con el japonesa Nissan, ahora encarcelado en Japón por abuso de confianza--, "es la única de los nueve administradores que recibió una remuneración directamente por la sociedad Renault-Nissan BV (RNBV)", comentó una fuente cercana al caso.
RNBV es el holding holandés que dirige la alianza entre los constructores francés y japonés, cuya opacidad fue denunciada por la sección del sindicato CGT del constructor en una misiva enviada a mediados de diciembre al fisco francés.
El grupo Renault criticó en un comunicado las informaciones de prensa sobre estas remuneraciones, producto de una "campaña de desestabilización deliberadamente orquestada".
"Hay otros casos de directivos en Renault y Nissan que, en el marco de misiones específicas para la alianza, cobran indemnizaciones" de este holding, según el constructor francés.
En París, una fuente evoca incluso una maquinación y fugas orquestadas por un responsable de Nissan. Sepehri, que entró en el grupo francés en 1996, es "una de las personas que creó la Alianza, lo que podría explicar que esté en la mira", estima esta fuente.
En paralelo, el futuro judicial de Carlos Ghosn, presidente de Renault y responsable de la alianza entre el grupo francés y la japonesa Nissan, se ensombreció aún más el viernes con la presentación de dos nuevos cargos de la justicia japonesa contra él, lo que prolonga su detención.
La fiscalía inculpó el viernes a Ghosn, detenido en Tokio desde noviembre, por abuso de confianza y por haber minorado sus ingresos en los informes bursátiles de Nissan entre 2015 y 2018.
Según la oficina de la fiscalía, Ghosn, de 64 años, puede en teoría ser condenado a 15 años de prisión
La mano derecha de Ghosn, Greg Kelly, liberado bajo fianza el 25 de diciembre, también fue acusado por minorar sus ganancias en los informes financieros, igual que el propio fabricante de automóviles japonés como entidad.
Los abogados de Ghosn solicitaron su liberación bajo fianza, pero esta demanda tiene escasas posibilidades de ser aceptada. Si es rechazada, Ghosn seguirá en prisión al menos hasta el 10 de marzo.
El tribunal autorizó en cambio, contra la opinión de la fiscalía, las visitas de su familia, además de las de sus abogados y del personal consular de Francia, El Líbano y Brasil, países de los que es ciudadano.
- Su familia 'angustiada' -
Según la fiscalía, el abuso de confianza está caracterizado por su intento de hacer pagar a Nissan "pérdidas" que fueron producto "de inversiones personales" en el momento de la crisis financiera de octubre de 2008. La suma en cuestión se eleva a 1.850 millones de yenes (15 millones de euros, 17,2 millones de dólares).
Para resolver este problema financiero, Ghosn habría obtenido que un millonario saudí, Jaled Juffali, se portara garante, y le habría entregado dinero procedente de la "reserva" de su cargo de "director ejecutivo" de Nissan.
Según Ghosn, esa suma fue entregada por servicios realmente efectuados en favor de Nissan.
Carlos Ghosn compareció el martes por primera vez ante un juez, demacrado y esposado, y declaró haber sido "falsamente acusado y detenido injustamente".
Desde su detención el 19 de noviembre en Tokio, el dirigente se halla en un centro de detención en el norte de la capital.
Su esposa Carole Ghosn, que hasta ahora guardó silencio, expresó su preocupación en un comunicado por su estado de salud, lamentando "duras condiciones de detención y un trato injusto". "Estamos angustiados" afirmó la esposa.
- Alianza -
Pese a estos reveses judiciales, Renault optó por mantener en el cargo a Carlos Ghosn --de triple nacionalidad francesa, libanesa y brasileña--, contrariamente a sus socios japoneses Nissan y Mitsubishi Motors, que se apresuraron a revocarlo de la presidencia del Consejo de administración.
Sin embargo desde su detención, Renault estableció una dirección ejecutiva interina, pese a que Ghosn sigue siendo el director ejecutivo del grupo.
Horas antes de que la justicia japonesa volviera a inculpar a Ghosn y Nissan, el constructor francés Renault indicó que tras realizar una investigación interna sobre la remuneración de su presidente llegó a la conclusión de que no hubo fraude en su retribución de los años 2017 y 2018.
Pero algunas revelaciones de prensa aluden a la situación de Ghosn respecto a su residencia fiscal en Holanda, donde tiene su base el holding que agrupa la alianza, o a donaciones a empresarios de Líbano, Omán y otros países, usando para ello dinero de Nissan.
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