Desde Rafah (Territorios Palestinos) (AFP)

Polémico zoo de Gaza reabre sus puertas pocos meses después de haber cerrado

El polémico zoo de la Franja de Gaza, conocido por las espantosas condiciones en las que viven sus animales, maltratados a golpes por los cuidadores, volvió a abrir poco meses después de que una campaña internacional lograra cerrarlo.

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Un empleado palestino coge en brazos a tres cachorros de león nacidos en el zoo de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el 8 de septiembre de 2019 - AFP/AFP
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El polémico zoo de la Franja de Gaza, conocido por las espantosas condiciones en las que viven sus animales, maltratados a golpes por los cuidadores, volvió a abrir poco meses después de que una campaña internacional lograra cerrarlo.

Conocido por sus jaulas pequeñas y sucias y sus animales en malas condiciones, el zoológico de Rafah, en el sur del enclave palestino controlado por el grupo islamista Hamas y sometido a un estricto bloqueo de la parte de Israel, había cerrado en la primavera boreal.

La organización animalista Four Paws (cuatro patas) donó 55.000 dólares a los propietarios del zoo el año pasado para financiar la comida y tratamientos veterinarios.

Esta oenegé también había transportado a una cincuentena de animales, entre los que había leones, monos y pavos reales, a una reserva en Jordania, a cambio de que los responsables del zoo respetaran su promesa de cerrarlo.

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Niños palestinos miran a tres cachorros de león nacidos en el zoo de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el 8 de septiembre de 2019 (AFP/AFP)

Pero el zoo gazatí volvió a abrir el mes pasado, con dos leones y tres cachorros de león.

Su propietario aseguró que su reapertura tenía como único objetivo amenizar la vida de los habitantes de Gaza, donde el nivel de desempleo se sitúa en el 47% --64% entre los jóvenes--, según los últimos datos oficiales.

No obstante, se teme que esta decisión se deba en realidad a la voluntad de su propietario de querer cobrar alguna ayuda de organizaciones animalistas.

- Siete metros cuadrados -

Durante una visita reciente de la AFP a las instalaciones, un león mal alimentado se encontraba cerca de la entrada, un avestruz estaba encerrado en una jaula de tres metros cuadrados y dos monos masticaban sus excrementos.

Un león y una leona estaban encerrados en dos jaulas distintas, ambas de escasas dimensiones. Los responsables del zoo intentaron separar a los tres cachorros de león de su madre para que unos niños que visitaban la instalación pudieran hacerles unas fotografías.

Para separar a la madre de sus cachorros, la golpearon con un palo y dieron varios golpes a su jaula para atemorizarla. Incluso un empleado llegó a burlarse de ella cuando la separaron de sus crías.

"Un león necesita 1.000 m2 para jugar. Aquí sólo disponen de 7m2", lamenta Mohamed Aqeda, un militante defensor de los derechos de los animales en Gaza.

"El zoo no podrá sobrevivir a la llegada del invierno porque les falta todo tipo de recursos, la comida es cara y la situación económica en Gaza muy precaria", añadió.

- ¿Un entretenimiento? -

El nuevo propietario del zoo, Ashraf Jumaa, de la misma familia que los anteriores responsables, asegura que los leones fueron importados de forma clandestina desde Egipto a través de túneles. Pero otras fuentes consideran que probablemente proceden de otro centro de animales en el norte de Gaza.

"Nuestro primer objetivo es entretener a la población, no ganar dinero", afirma Jumaa, quien precisa que la nueva versión del zoo cuenta con menos animales y por este motivo su mantenimiento resultará más barato.

No obstante, esta instalación puede resultar rápidamente deficitaria, una vez que los cachorros de león crezcan.

"Cada día necesitaremos entre 22 y 30 kilos de carne, lo que nos costará entre 100 y 150 séqueles (entre 28 y 42 dólares)", reconoce Jumaa.

El pequeño zoo de Rafah acoge cada día a unos 50 visitantes que pagan dos séqueles por cada entrada, lo que les permite ingresar unos 100 séqueles cada día, una cantidad incluso insuficiente para alimentar a los animales en el futuro.

"Los videos y las fotos que hemos visto son realmente alarmantes. Los animales no disponen de condiciones de vida apropiadas. Se encuentran en una situación lamentable y necesitan recibir de forma urgente más comida y la atención de un veterinario", lamentan indignados desde la organización Four Paws.

Un alto cargo del Ministerio de Agricultura gazatí también criticó en declaraciones a micrófono cerrado que no había habido ninguna coordinación entre las autoridades y los responsables del zoo para autorizar su reapertura.



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