Desde Marrakech (Marruecos) (AFP)

Turistas estresados en un Marruecos bloqueado por el coronavirus

Estamos estresados, no podemos volver a casa, nos dicen que todo cerrará aquí y no sabemos qué hacer, lamenta Anna Karas, una polaca que el lunes estaba en la plaza Jamaa el Fna, en el corazón de Marrakech, la capital turística de Marruecos.

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Una turista pasea en la plaza Jamaa el Fna, en Marrakech (Marruecos), el 16 de marzo de 2020 - AFP/AFP
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"Estamos estresados, no podemos volver a casa, nos dicen que todo cerrará aquí y no sabemos qué hacer", lamenta Anna Karas, una polaca que el lunes estaba en la plaza Jamaa el Fna, en el corazón de Marrakech, la capital turística de Marruecos.

Como miles de turistas, esta agente comercial de 37 años que llegó de Varsovia para unas vacaciones con amigos, está bloqueada por la suspensión de todos los vuelos internacionales decidida por las autoridades marroquíes para contener la propagación del nuevo coronavirus.

A lo largo de los días, los comunicados oficiales han restringido todas las actividades en el país, que se confina como otros en el mundo, cerrando gradualmente universidades, escuelas, cines, museos, bares, restaurantes, tribunales e incluso mezquitas.

En la plaza Jamaa El Fna, los carruajes se pasean vacíos, los taxis esperan clientes, las tiendas están desiertas. Y los encantadores de serpientes y los músicos callejeros ignoran a los turistas, colgados de sus teléfonos buscando información desesperadamente.

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La plaza Jamaa el Fna, en el centro de Marrakech (Marruecos), el 16 de marzo de 2020 (AFP/AFP)

- "Es triste" -

"Es así de día y de noche, es triste, las calles están vacías", lamenta Saad Tazi, director de la Fundación Jardin Majorelle-Musée Yves Saint Laurent, el sitio más frecuentado de Marrakech con más de un millón de visitantes el año pasado.

La avenida donde normalmente se forma una larga cola está desierta y los pocos visitantes se encuentran con las puertas cerradas.

El cierre de los clubes nocturnos desde el viernes afecta particularmente a la ciudad, famosa por su vida nocturna festiva que representa las tres cuartas partes del volumen de negocios vinculado al turismo.

"Todo cambió, los marroquíes no salen más y los turistas están en pánico. Estamos acostumbrados a las crisis, pero esta es especial", afirmó un responsable de los servicios turísticos locales, bajo anonimato.

"Lo peor es que la gente nos mira raro porque somos extranjeros", como si fuéramos a infectarlos", se preocupa Anna, que espera irse lo antes posible.

El primer ministro Saad-Eddine El Othmani, al subrayar en su última intervención oficial que las personas infectadas venían en su mayoría "del extranjero", no contribuyó a calmar los ánimos.

Sobre todo porque, a pesar de los esfuerzos de las autoridades para controlar la situación, los rumores más locos agitan el país.

"Algunos han dicho que Marrakech estaba en cuarentena ¡es falso!", se indigna el responsable de los servicios de turismo.

La crisis del nuevo coronavirus llega cuando Marruecos está multiplicando sus conexiones aéreas con el resto del mundo. El año pasado recibió cerca de 13 millones de turistas.

Después de suspender sin previo aviso los vuelos internacionales, las autoridades marroquíes autorizaron "casi cien vuelos especiales que permitieron la repatriación de varios miles de turistas", aseguró el ministerio de turismo de Marruecos, que afirma tratar "todas las nacionalidades por igual".

En los últimos dos días, se fletaron unos cuarenta vuelos desde diferentes aeropuertos para los 12.000 franceses bloqueados por las restricciones aéreas.

Pero no todos han podido salir, como lo demuestran los innumerables mensajes que se intercambian en un grupo de whatsapp llamado "Los franceses supervivientes", de varios centenares de miembros.

- "¡Vayan a dar un paseo!"-

"Si puede, tome el primer vuelo comercial disponible. Pero hay que saber que no todos encontrarán una plaza hoy", advierte el embajador británico Thomas Reilly en Twitter.

"Sepa que el ministerio de Relaciones Exteriores no se movilizará por ustedes, pero vamos a encontrar soluciones y mientras tanto, ¡vayan a dar un paseo!", les dice un guía británico a un grupo de turistas que espera en un gran hotel de Marrakech.

Mientras que Europa se convirtió en el nuevo epicentro de la pandemia, Marruecos tiene solo 29 casos, de los cuales uno falleció.

Para completar el dispositivo de prevención, las autoridades marroquíes lanzaron un programa de desinfección para los transportes públicos y los taxis.

En Marrakech se desplegaron equipos especiales en la madrugada del lunes para limpiar las calles, especialmente en los barrios turísticos.



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